Ahora se están dando con goles en Tucumán
Así, mirando para abajo. Atlético ya está condenado.
Dos goles de la Pulga Rodríguez y dos empates, primero Zelaya y después Caraglio. Partido emotivo en el Norte: con este empate, Atlético se va al descenso y los rosarinos quedan lejos de Racing, a seis puntos.
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Racing 2 Banfield 0
Racing supero a Banfield que ahora piensa en la copa
Racing superó al Banfield B y así pegó el salto para zafar de la Promo. Sumó su tercer triunfo en una semana, con seis goles a favor, uno en contra y seis puntos de diferencia con Central. Festeja la Academia... Hasta tres cuartos la llevaba bien Racing. La mataba, la toqueteaba y controlaba el partido. Banfield le había cedido el dominio absoluto de la pelota con su planteo poco atrevido. Pero la puerta del área estaba cerrada, con un Taladro bien paradito. Prolijito. Con Salmerón como único pilar arriba, esperando algún contraataque que agarrara al equipo de Russo en una pata. Faltaba explosión en un equipo, amo y señor, que tuvo la tenencia durante todo el encuentro. Con el pibe Fernández por afuera, con Grazzini administrando y con Lugüercio soltándose. No bastaba. Y, por eso, para tener más despliegue, más adrenalina, Russo mandó a la cancha a Hauche, Pero el Demonio, un experto a la hora de esquivar piernas, de darle dinamita pura al juego, no fue más que un angelito, con la aureola en la cabeza y todo. No brotaba el pase justo. Un Banfield cargado de jovencitos hasta se dio el lujo de pegarle algún que otro susto: con Laso como protagonista y un derechazo que se fue muy cerquita. Recién cuando el Taladro salía un poquito, la réplica dejaba al menos un mezquino espacio. Pero fallaba Bieler, solito y solo bajo el arco, y Racing volvía a dejar de creer. Perdía la oportunidad de alejarse y se quedaba con el sueño en la almohada. Ahí apareció Martínez, el pibe de los goles importantes, con un rebote después de una pelota parada. Un tropezón tremendo, una goleada lastimosa, pero luego un campo de flores en pleno invierno. Algo cambió en Racing después de la goleada 4 a 0 ante Estudiantes, de aquel ojo morado que le propinó el Pincha. Ganó tres (Vélez, la finalísima ante Atlético Tucumán y Banfield), Bieler volvió a ser un goleador (Taca es el goleador del equipo con 4), encontró el significado del apodo de Grazzini (Mágico) y, gracias a que encontró al menos un funcionamiento, se escapó un poquito más de su karma: la siempre presente Promoción.
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El Globo pinchó la ilusión Roja
Independiente no pudo con Huracán en Parque Patricios y le dejó servido el título a Estudiantes.
Independiente resignó anoche la punta del campeonato Clausura de fútbol, al igualar sin goles con Huracán, como visitante, en un partido válido por la 16ta. fecha del certamen.
El pálido empate despojó al equipo de Avellaneda (31 puntos) de la cima del torneo, ya que Estudiantes de La Plata (33) venció hoy a River por 1 a 0 y quedó en soledad en la punta.
En un partido intenso, pero sin pasajes de brillo, Independiente ejerció una ligera supremacía en los minutos iniciales.
Sin embargo, al equipo de Avellaneda le faltó simplicidad en la elaboración de sus acciones ofensivas.
Y en la ofensiva, Andrés Silvera, su único punta, estuvo por momentos aislado del resto del equipo.
Huracán apeló a un esquema de marcas rigurosas en el mediocampo y tuvo como principal vía ofensiva los remates de media distancia. Acaso la mejor oportunidad para quebrar el cero del marcador en el primer tiempo fue un cabezazo que conectó Silvera a los 28 minutos, tras un centro lanzado por Ignacio Piatti. El arquero Gastón Monzón contuvo el envío con facilidad.
Independiente reafirmó su búsqueda ofensiva en el segundo tiempo. Américo Gallego ordenó los ingresos de Darío Gandín y Patricio Rodríguez para dotar de agresividad a su equipo, pero los cambios no bastaron para superar los defectos colectivos.
Huracán, con modestos recursos, también generó acciones de riesgo por la vía del contraataque.
Sin embargo, la mejor situación del partido fue favorable a Independiente, a poco del final, cuando Silvera se encontró mano a mano con el arquero y Monzón abortó el remate con los pies.
En esa acción, a los 41 minutos, se desvanecieron las últimas posibilidades del equipo ‘rojo’, que resignó puntos valiosos y mostró un fútbol impropio para un equipo que pretende pelear por el título.
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Tiene la suerte del campeón
Estudiantes venció a River 1 a 0 con un gol en contra de Quiroga, tras centro del mendocino Pérez.
Estudiantes de La Plata venció 1-0 a River Plate en el Estadio Centenario de Quilmes y volvió a la cima del torneo Clausura de Primera División.
El único tanto del encuentro lo marcó en contra de su valla Facundo Quiroga, a los 20 minutos de la etapa inicial.
Con este resultado, el equipo platense alcanzó la cima del campeonato con 33 unidades.
En la visita se fueron expulsados el juvenil Daniel Villalva y Gustavo Cabral, ambos a los 43 minutos del complemento, por acciones de juego brusco.
Estudiantes generó presión desde el arranque del partido, se paró en campo visitante y tuvo mayor posesión del balón y atrevimiento para atacar. River, en tanto, estuvo algo replegado, aunque con el correr de los minutos se fue animando con algunas buenas intervenciones de Ariel Ortega.
El Pincharrata tuvo un lapsus y luego del cuarto de hora se apropió del balón, en especial por la presión en la mitad de cancha y la pegada de Juan Sebastián Verón, sobre todo en los tiros libres.
A los 20, llegaría la apertura del marcador. Enzo Pérez desbordó por derecha, envió el centro bajo para la llegada de Mauro Boselli, pero Quiroga desvió la trayectoria del balón en el primer palo y se le metió a Juan Marcelo Ojeda.
La segunda mitad se presentó con una tónica diferente a la expuesta en el inicio. River estuvo más activo en ofensiva, aunque con pocas ideas.
El juego en esta etapa se tornó algo friccionado, sobre todo por un planchazo de Ortega a Desábato a los 3 minutos, que el árbitro Néstor Pittana obvió al no cobrar la falta, ni sancionar con tarjeta amarilla al jujeño.
River tuvo el empate a los 9 minutos, con un remate de Villalva cruzado de derecha a izquierda, aunque se fue cerca del palo derecho de Orión.
Sobre el final, Verón tuvo el segundo para Estudiantes con un remate desde fuera del área. Sin embargo, el disparo se fue apenas desviado sobre palo derecho.
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Temperley
¿Indio? Cacique
Bazán Vera guía a la tribu de Giunta: con un gol suyo, Almirante venció a Temperley y está a tres del líder.
A lmirante sabía que era vital un triunfo. Las razones, varias: empatando, la distancia con Sarmiento sería de cinco puntos. La derrota, por su parte, lo alejaba a seis de un Verde que deberá visitar justo a Nueva Chicago el martes. Esa presión, entonces, obligaba al Mirasol a ganar. La misión, entonces, se hizo posible: pese a que le empataran al minuto de ir en ventaja y de que anularon dos goles, el equipo de Giunta consiguió la victoria con un gol de Bazán Vera.
Al Indio, que le tocó alegrar al Gasolero con el Ascenso en la 98/99 -incluso, por ese título le puso Celeste a su hija-, anoche lo amargó: con el 1-2 alejó al team de Vivaldo del G4.
Temperley arrancó entusiasmado. Ni el pifie de Crivelli hizo que toda aquella gestación frenética de fútbol quedara diluida. Porque Román Díaz remató, la pelota se le escapó al 1 y entró al arco. Sin embargo, el Celeste, incluso en desventaja, manejó la pelota. De hecho, al minuto del gol, Alvarez se llevó por delante a medio Mirasol y definió con clase ante la salida de Monasterio.
Pero pese al juego vertiginoso, el team de Vivaldo fue previsible. A Almirante también le costó llegar, pero las que tuvo fueron claras: además del 1-0 transitorio, Bazán Vera pegó un cabezazo en el travesaño.
Pero cuando las cosas se le complicaban a la visita (le anularon dos goles, uno por offside y otro por mano), el Indio marcó el 21, se volvió Cacique y guía al Mirasol en busca de Sarmiento y de la punta.
